La pausa y el tiempo

Por el interiorista Orlando Gatica.

 

 

Este último año a sido innegablemente duro para todos. Pero como en todas las cosas, hay aspectos positivos y negativos.

 

 

Esta pausa obligada, nos ha permitido tener tiempo. Tiempo para pensar, para reflexionar y para analizar nuestras prioridades. También para compartir con nuestros más cercanos. Es curioso que un mundo donde el tiempo escasea, porque la voracidad de la vida no cede a tantas obligaciones, nos pase la cuenta y se tenga que detener casi por completo para que suframos una especie de “retiro obligatorio” y nos quedemos en nuestras casas pensando que sí hay tiempo, en un refugio, el más valorado y seguro para casi todos, nuestro hogar.

 

 

Las palabras tiempo y refugio en este período han cobrado un claro significado. Uno que no nos han enseñado nuestros líderes, sean políticos o espirituales, sino la mayor fuerza de todas, nuestro planeta, aprendiendo de él su real dimensión.

 

 

Siempre estamos pensando que no tenemos tiempo, que lo ajetreado de la vida en la ciudad nos lo quita todo y creemos que no existe, pero es un espejismo.

 

 

El tiempo esta ahí, para que lo utilicemos de buena manera, sabiamente, y si así lo hacemos rinde y es algo que se puede sentir cuando te propones vivirlo, ya sea compartiendo, leyendo, meditando o simplemente recibiendo los rayos de luz que nos regala la tierra. Ahi esta el tiempo, es lo que nos enseña la naturaleza. Nos dice que existe, que nada es tan rápido ni tan lento De esa manera nos regula, genera crecimientos y ciclos orgánicos.

 

 

 CV Galería es un espacio que celebra el tiempo. Que reúne personas y experiencias para sentir y vivirlo a través de sus espacios. Es también un refugio para una necesaria pausa, para compartir o simplemente para ver pasar momentos, cortos o extensos, estaciones y vivencias. Su plaza hundida de la calle nos habla de eso, del milagro de cómo crece la vegetación y se toma su tiempo, orgánicamente, utilizando esos momentos como regenerador de su ciclo de vida.

 

 

En la génesis del proyecto, se pensó que esta sería una zona invadida por el tiempo, por el verde y su arquitectura, al igual que ha pasado cuando se han descubierto ruinas incas o aztecas, absorbidas por el verde hasta sus cimientos, escondidas pero jamás obsoletas. Fortificaciones para adorar y para reunir.

CV galería me recuerda esos conceptos, el de un refugio para ver y recorrer, viviendo el tiempo libremente, compartiéndolo de manera segura.

 

 

Conversar, reír y tomar el tiempo para ver, contagiarse con el arte y las innumerables actividades que nos ayudan a vivir con libertad cada minuto.

 

 

Ese verde y las actividades de este espacio han generado de forma orgánica desde su nacimiento y por los años que vendrán, lo mantienen vivo y nos invita a mantenernos en esa sintonía natural y relajada, para aprovechar y apreciar ese valioso tiempo.