Exposición "Sueños como platos rotos" de María Ossandón

Hasta el 8 de agosto de 2022

 

María Ossandón realiza un rescate arqueológico de pequeñas piezas, segmentos de porcelana que han sido parte de la vida doméstica en la mesa de innumerables familias. Estos pequeños trozos, violentados producto de terremotos y accidentes, son el comienzo en la reconstrucción de los dibujos a tinta realizados por María para relatar la fantasía de un paisaje donde podemos encontrar flora y emblemas de nuestro territorio como los volcanes humeantes y activos. En esta oportunidad, la artista también incorpora mundos marinos ficticios cuya narrativa recuerda el mundo imaginario de artistas como el Bosco.

Como forma de preservar la memoria de una idiosincrasia, la artista realiza detalladas pinturas y dibujos a tinta china que representan el ecosistema del territorio nacional con la ilusión que podemos ver en el paisaje europeo. Esta construcción libre nos permite analizar la identidad que primó en los años sesenta cuando la pequeña industria de Loza Penco se instaló en nuestro país y en nuestra mesa.

La artista avanza y construye pequeñas piezas con los hallazgos de diferentes lozas. En esta exposición podemos identificar lozas inglesas, chinas y piezas que conmemoran hechos tan relevantes como el descubrimiento de la electricidad. María Ossandón se convierte en una arqueóloga y gracias a pequeños fragmentos, realiza un mundo de nuevas narrativas de ficción.

“La artista viene hace tiempo trabajando desde distintas miradas la relación con la naturaleza, enfatizando tanto en su domesticación y encuadre en una perspectiva críticamente antropocéntrica hasta su desborde, misterio o deseo de mitigar lo que se manifiesta como amenaza. En vínculo precisamente con este antiguo temor a la fuerza destructiva de la naturaleza, la presente exposición visibiliza los “yöakis” japoneses que a su modo fue la fórmula que se encontró para convivir con uno de nuestros miedos más profundos”.

– Jacqueline Recart

Así como la memoria es testigo de un momento o de una escena singular, de un quiebre en la linealidad, de un sonido o de un olor que afecta la percepción, el cuerpo que la crea o la guarda es siempre selectivo, no alcanza jamás la totalidad. El arqueólogo que se dedica a recuperar o reunificar estos fragmentos reconstruye nuevas escenas, que se desprenden del contexto que daban lugar y sentido a estos fragmentos, flotando estos ahora en los espacios de las ciencias o los museos.

A través del dibujo a tinta, María Ossandón reelabora las escenas o paisajes en miniatura que se encuentran en cada pedazo roto de las cerámicas, relacionando recuerdos universales con experiencias personales, creando así una reproducción casi archivística, sin dejar de ser subjetiva, de estos paisajes.

Para ello, la artista ha recorrido distintas ferias de antigüedades, con la mirada de una recolectora de objetos que dan cuenta de otros tiempos, de historias que parecen dejarse ver nuevamente o que se resisten a ser desechos en sociedades donde la inmediatez y la ausencia de duración hacen que hasta lo más sólido “se desvanezca en el aire” o se reemplacen por otros objetos igualmente condenados a ser desechos.

Hay aquí pues un ejercicio de memoria y de resistencia, que dialoga tanto con lo que muere como con lo que puede tener “otra vida”, sin degradar la anterior, pero inevitablemente expuesta más que al fin del “aura” más bien a otro efímero resplandor, a un “pulso” tal vez, de unas ilustraciones hechas por anónimos artesanos y que otrora fueron utensilios domésticos, decorativos e idealizados en los hogares de familias de orígenes diversos. Se les da así, a estos platos rotos, otra oportunidad de vida o sueño, asumiendo la fragilidad que embarga cualquier sueño, siempre dispuesto a evaporarse o a romperse.

Te invitamos a visitar la exposición gratuita en Aninat Galería, que estará disponible hasta el 8 de agosto. Lunes a viernes de 10:30 a 19:30 y sábado de 11:00 a 14:00 horas.