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¡Cinco errores en obras de arte, que probablemente no conocías! 

Son las obras de arte más famosas de la historia, que hemos observado cientos de veces, pero en las que hay ciertos detalles erróneos en los que jamás habíamos reparado. Y hablamos de maestros de la pintura y la escultura de la talla de Miguel Ángel, Rembrandt o Rafael. Dedos extras, proporciones fallidas y otros “detalles” artísticos que te sorprenderá conocer. 

Se ha vuelto común que en los clásicos de la pintura, la escultura o el grabado, solo hasta épocas muy recientes hayamos comenzado a notar pequeños errores que antes eran imperceptibles. Suele suceder que con el paso de la historia, algunas piezas se vean de forma distinta, porque si bien el arte en buena medida aspira a ciertos estándares de belleza o estéticos, es creado por seres humanos y se puede plasmar la imperfección del hombre. Y a pesar de su mérito artístico, es posible encontrar errores tan simples, pero que en algunos casos han pasado años antes de que alguien se percatara. 

En esta nota te presentamos parte de los errores en las obras de arte más famosas que no todos habían notado: 

1) El Grito de Edvard Much (1893): Más que un error en la obra, se trata de un error de percepción que ha durado décadas en la mirada del espectador. Resulta que, según han afirmado críticos del arte del British Museum, este cuadro no contiene ningún grito de forma explícita ni visual. 

La pintura no es más que la reacción de un hombre que escucha un grito que se extiende por toda la pintura, pero un grito imperceptible a la vista. La razón para llegar a esta conclusión, se debe a una inscripción hecha por el pintor que dice: “Sentí un gran grito en toda la naturaleza”

2) El David de Miguel Ángel (1501 – 1504): Probablemente es la obra más famosa de Miguel Ángel y en la que se reconoce que el artista tuvo que trabajar con la base del mármol en sus manos, para definir la postura de su personaje. Sin embargo, si quisiéramos comparar las proporciones del David con las de un humano, descubriremos que no es lo más correcto como tal. 

Aunque podría ser considerado un error minúsculo, los expertos en arte y anatomía no perdonan, porque le hace falta un músculo de la espalda. Pero, una pieza, tallada en un solo bloque de piedra, no podía ser del todo perfecta. Algunos se atreven a decir que el artista se quedó sin material y por esta razón omitió este pequeño trozo de la espalda de David. 

Además, los ojos de la figura miran en direcciones distintas, un detalle que es solo visible desde cerca, puesto que a la distancia el David es una escultura que se acerca a la perfección. 

3) El Nacimiento de Venus de Botticelli (1482 – 1485): El tamaño del cuello de Venus es un error bastante popular, bastante grueso y largo, pero lo que muchos no se han dado cuenta, es del juanete que Venus parece tener en el pie izquierdo. Y que al parecer no fue ningún error, sino una decisión deliberada e intencional, a manera de broma del propio autor, pero otros consideran que se trata de un mero error de proporción. 

4) Madonna Sixtina de Rafael Sanzio (1513 – 1514): A primera vista, puede parecer que el Papa Sixto II tiene en su mano derecha 6 dedos, pero en realidad, más que un error del artista, es un desafortunado efecto óptico y lo que se aprecia es un trozo de la palma o parte interior de su mano.

Sin embargo, en los pies de la Madonna sí que observamos un sexto dedo que, al parecer, el pintor trató de borrar a posteriori, aunque aún se aprecia un pequeño bulto.

5) La Ronda de Noche de Rembrandt (1642): El guante que sostiene el personaje principal de la pintura ha causado controversia a lo largo de la historia. Dependiendo del observador, parece que se trata de un guante de la mano derecha, pero esa mano ya tiene uno. ¿Error del pintor o confusión del que mira?