Exposición "Silente" de Paola Podestá

Hasta el 25 de septiembre de 2022

 

Paola Podestá está presentando la muestra “Silente” en CV Galería, una selección de su obra en papel que nunca ha sido expuesta en Santiago, en la que combina diferentes formas de producción, con diversas tecnologías involucradas. 

Parte desde la confección artesanal de papeles coloreados, mezclados con el dibujo en computador de los signos elegidos: los bichos que habitan el hogar humano cuando dejamos de cuidarlos, haciendo su hogar dentro de nuestro espacio: hormigas, arañas, cucarachas, moscas y polillas, y además responden a una escala a simple vista. Retrasos y saltos tecnológicos al mismo tiempo, todos ellos para hacer comentarios sobre los tiempos en que estos ornamentos fueron diseñados. 

Hija mayor en una familia nieta de inmigrantes, su vida artística se divide en un antes y un después de cambiarse a vivir a la V Región: “cuando dejé de ser citadina y pude tomar contacto con la cultura popular de las calles, me permitió apreciar la vida desde otra óptica” explica. Además, otro hito importante de su carrera artística fue el libro “Suculento”, publicación con recetas italianas ilustradas por ella, donde realizó un homenaje a la cultura de sus ancestros, particularmente a Pellegrino Artusi, padre de la cocina italiana con su libro “La ciencia en la cocina y el arte de comer bien”, donde se zambulló en sus raíces cocinando para recomponer ese puzzle emocional. “Después de presentarlo por tercera vez, tuve un profundo agradecimiento con la vida y la convicción de haber logrado parte de mi misión en esta vida, lo demás que venga, viene regalado” cuenta. 

Conversamos con Paola sobre su vida y la exposición en CV Galería. Te invitamos a sumergirte en su mundo artístico y pasiones. 

¿Cómo te defines? 

“Inquieta, desde siempre. Mi mente lo sigue siendo y mi cuerpo ya no tanto. Elijo circular por los temas, medios, ideas, lugares y actividades que me estimulan. Lo interesante es que todas terminan confluyendo finalmente en las obras de todos modos. Pienso igual que tengo temas recurrentes que los he abordado en distintas etapas, con distinto foco y a veces con el mismo o distinto material, pero siempre vuelven, como un sueño recurrente”. 

¿Cómo empezó tu camino artístico y cómo te vinculaste al mundo del arte? 

“En mi familia la mayoría pertenece al área de la ingeniería, pero mi bisabuelo materno fue un tremendo actor, director teatral y director cinematográfico porteño, Luis Romero; era excéntrico y apasionado. Con los primeros comparto una noción eficiente, tener tendencia al método, a observar y ordenar los procesos productivos; y de mi bisabuelo, tengo la capacidad de soñar y arriesgar, creer en los proyectos propios y ser mi principal auspiciadora. De mis nonni italianos heredé el valor y la resiliencia, llevar una vida consecuente y honesta con mis aspiraciones. Mi camino artístico simplemente comenzó sin entender mucho qué vendría a futuro, fui develándolo mientras ocurría”. 

¿Cuál es tu estilo y tu sello? ¿Qué te inspira? 

“Diría que más que un estilo, una característica de mi trabajo podría ser la mezcla entre los procesos manuales y otros asistidos por la tecnología, esta dialéctica que hay en lo análogo que en esta obra va de la mano con la tecnología de punta. Lo manual tiene algo escaso, dedicado, meditativo, versus la inmediatez de las soluciones tecnológicas. Tal vez eso ha hecho que mis trabajos tengan un sello personal. Reconozco en mí una influencia del diseño -disciplina en la que fui docente por 13 años-, que con su metodología ordena la producción y me permitió anticipar y solucionar problemas antes que las obras estén terminadas, como su montaje, almacenamiento y traslado: todo muy protegido, liviano y eficiente. 

Me interesa el patrimonio, la pintura del street art entendida como expresión personal y maquillaje, de la recuperación del ornamento; algunos elementos de la vida científica: lo microscópico, los insectos, lo latente y ese coqueteo que hay entre la vida y la muerte”. 

Cuéntanos un poco más sobre tus obras. ¿Cómo es el proceso y la producción de éstas? 

“El material usado fueron 4 rollos de papel acuarela de 300 g cold pressed de 9 m x 1,1 m de ancho, 100% libres de ácido, que pinté con pinturas acrílicas logradas con pigmentos solubles anti UV y agua destilado (para que parecieran acuarelas). Todo este material fue importado desde tiendas especializadas de Nueva York para obtener resultados de cuidado profesional que permitan una obra libre de ácido (o sea, prácticamente eterna). Entonces, partí desde la pigmentación manual del papel, mezclando con el dibujo en computador de los signos elegidos. Se realizó entonces su corte láser y armado serial a mano para poner el alfiler en el centro de cada figura. Retrasos y saltos tecnológicos al mismo tiempo, todos ellos para hacer comentarios sobre los tiempos en que estos ornamentos fueron diseñados. Incluí en la obra como testimonio técnico, algunos bichos pintados a medias de dos colores o algunos quemados en parte por el haz de luz del láser que los corta”. 

¿Cuál es el aporte que te gustaría dejar con tu exposición en CV Galería? ¿Qué te gustaría provocar? 

“Me gustaría provocar una reflexión sobre la importancia del cuidado del patrimonio material, la arquitectura y la ciudad, que no podemos dañar ni dejar que se transformen en ruinas”. 

¿Qué representan tus obras y qué quieres decir con ellas? 

“Esta obra invita a reflexionar sobre la entropía, sobre la riqueza de los palacios de la V Región (y por extensión de todo Chile) y cómo ésta fue obtenida en las salitreras. También, sobre el posterior deterioro del patrimonio e indolencia de nuestra cultura frente a esto. 

Para ello, seleccioné los patrones de ornamentos aplicados a la arquitectura, del Palacio Vergara y del Palacio Barburizza, registrados a través de fotografía que se desplaza a la tridimensionalidad; los realicé artesanalmente como un muestrario de formas. Los ornamentos se volvieron a construir de un modo serial, industrial contrastando este proceso con una época donde aún la Revolución Industrial era inmadura, por lo mismo se apoyaba mucho en la confección artesanal, sobre todo en productos de lujo. La manualidad fue, es y seguirá siendo, un símbolo de lujo. 

Me detengo en la paradoja que significa deconstruir una imagen ornamental, y su función por consiguiente. Los diseños fueron reinventados en su proceso y transitaron por la serialidad productiva (desde la manualidad) que, al ser presentada nuevamente, vuelve a tener un carácter de pieza manual, única, exclusiva, esta vez en una pieza de arte. Para esto, combiné diferentes formas de producción, con diversas tecnologías involucradas. 

A diferencia de “Oasis” (la obra anterior a ésta), quise controlar aún más el significado de las obras, pues anteriormente usé troqueles manuales ya existentes en el mercado y papeles con colores industriales comprados en la librería. Me hice cargo de decidir cada uno de los elementos en cada etapa del proyecto para así relacionar el mensaje de la obra de principio a fin. Elegí cortar los “pixeles” que construyen las imágenes con bichos que habitan el hogar humano cuando dejamos de cuidarlo, haciendo su casa dentro de nuestro espacio: hormigas, arañas, cucarachas, moscas y polillas y que además, responden a una escala visible a simple vista”. 

¿Por qué elegiste un lugar como CV Galería para hacer tu exposición? 

“Para visibilizar la actividad de los artistas fuera de Santiago, mostrar “el paisaje arquitectónico local” y con ello, parte de las problemáticas de la ciudad donde vivo, Valparaíso, tan cuestionada hoy con un pasado muy próspero material e inmaterial. Por otro lado, invita a una reflexión sobre la importancia del cuidado de la memoria material, testimonio vivo de otras épocas, estéticas y aspiraciones… hablar de trascendencia y solidez a través de un material frágil, como el papel”. 

¿Cómo definirías el arte y su importancia en la sociedad? 

“El arte y la ciencia se anticipan a los cambios de paradigma que necesita cada época. No lo digo yo, lo dice Thomas Kuhn. La diferencia es que la ciencia es una respuesta y el arte, una pregunta, es intuitivo. Es un espejo crítico que nos obliga a reflexionar; sin arte no hay emoción, la pandemia lo evidenció… ¿quiénes somos sin música, cine, arte, teatro o diseño? El arte nos recuerda que estamos vivos y que siempre, siempre, podemos cambiar”. 

Para adquirir cualquiera de las obras de Paola, puedes revisar el catálogo aquí y agradeceremos comunicarte a: ppodestar@yahoo.com  / Teléfono: +569 9968 6018 / www.paolapodesta.cl / Instagram: @podestart