Guillermo Lorca "And the rest is silence"

A Guillermo se le puede considerar un pintor autodidacta. Estudió arte un año en la Universidad Católica. A los 22 años partió a Noruega para ser aprendiz del destacado pintor Odd Nerdrum. A su regreso, se convierte en uno de los artistas jóvenes más influyentes de la pintura figurativa. 

En su obra se perciben influencias del Renacimiento. Asimismo, su predilección por pintores clásicos como Rembrandt y Diego Velazquez se ve reflejado en su trabajo.

En su corta y sólida carrera, Guillermo ha desarrollado una nutrida serie de obras, como un mural de 40 metros realizado en Ovalle, otro de 32 metros en Concepción y seis grandes retratos en la estación Baquedano del Metro de Santiago. Ha participado en ferias internacionales y expuesto en exposiciones individuales y colectivas en el Museo Nacional de Bellas Artes y en galerías de arte en México, España, Italia, Inglaterra y Santiago.

Actualmente Guillermo Lorca presenta la muestra “And the rest is silence”, con 14 grabados digitales  sobe papel y metal en Secret Gallery, abierto al público de forma gratuita.

Conversamos con Guillermo sobre su vida y su exposición en CV Galería. Te invitamos a leerla y sumergirte en el mundo del arte y las pasiones de Guillermo.

¿Cómo fueron tus primeros pasos para convertirte en artista?

Todo empezó cuando yo era pequeño. Todos los pintores decimos que “uno nunca deja de pintar, siempre estamos pintando, ya sea en el colegio, cuando somos pequeños, etc.”

Cuando chico estaba ligado al área deportiva y cuando me lesioné comencé a dedicarle más tiempo a dibujar. En un momento me di cuenta del crecimiento exponencial que iba teniendo y me sorprendí.

¿Quién es Guillermo Lorca? 

Un hombre creativo. Tengo los subproductos indeseables de la creatividad. La creatividad me ayuda a darle un sentido a los hechos que hago y a mi existencia. Tengo también mis debilidades, soy frágil en varios aspectos, pero al mismo tiempo soy un luchador, soy un peleador.

¿Cómo descubriste cuál era tu sello? 

Fue un descubrimiento interior. Ya había una semilla en mí, pero fue en Berlín cuando descubrí qué era lo que para mí valía pintar. Uno tiene varios estímulos, quieres ser original, que sea tuyo, etc. Yo decidí ser lo más honesto posible, y dentro de esa honestidad quería reflejar los símbolos de mi subconsciente, pero siempre ligado con lo estético. Me gustan las cosas bellas, que la composición me produzca placer y sea armónico.  

De a poco fui llegando a este personaje de esta niñita, es un alter ego, yo las relaciono con mi hermana. Y la niña con pelo de colores, creo que es la parte interna de mi, lo más puro e intocable y espiritual. No tiene edad, es un ser precioso y etéreo. Este ser interactúa con los seres del subconsciente interpretados por animales.

¿Qué dicen tus cuadros?

Hablan de mi inconsciente, es una recopilación de cosas que fueron muy importantes a nivel subconsciente. Si logran conmover y producir algo en los demás, es porque son temas que tocan fibras comunes en los demás. 

“And the rest is silence” ¿ De dónde viene el título? 

Mi madre me ayudó a ver el título. Siempre me asesoro con ella en la parte escrita. Me habló de esta frase de Shakespeare que me hizo mucho sentido, porque en mis cuadros hay mucho ruido, pasan muchas cosas. Siento que después de verlos viene la reflexión y el silencio.“And the rest is silence”